Promoción de Autocuidado
Introducción:
El siguiente artículo hace una breve introducción sobre cómo se concibe al hombre en el siglo XXI y de cómo este concepto desprende diferentes concepciones sobre salud y enfermedad y la importancia del auto cuidado.
La concepción de «hombre» comprende al ser humano como «ser bio-psico-social”… Esto reconoce al mismo como un ser biológico, psicológico y social. Inserto en un mundo donde ninguno de estos aspectos, se podrán estudiar por separado.
Es por ello que en lo que se relaciona a los cuidados, más necesariamente al autocuidado, se deben considerar estas tres esferas mencionada anteriormente. En el ámbito de la salud, tenemos los conceptos de «salud y enfermedad» (salud como ausencia de enfermedad) y la otra perspectiva más centrada a la existencia de factores personales, ambientales y sociales que interactúan recíprocamente y que resultan benéficos, o no para el cuidado de la salud del individuo.
¿Pero qué tan comprometidos estamos con nuestra propia salud? ¿Tenemos conciencia de cómo nos tratamos? ¿De cómo nos dejamos tratar y de los ambientes a los que nos vemos expuestos?
Lo importante a tener en cuenta es cómo los diferentes factores van interrelacionándose y van afectando o influyendo en todos los aspectos de nuestra vida. Es imposible ver a un ser humano si no se lo ve como un ser biológico, psicológico y social. Entonces, ¿cómo es posible que no nos damos cuenta de que invariablemente siempre que se vea afectada una de las esferas de un individuo, se la verá afectada a nivel del sistema en la que ésta está inmersa? Se entiende que un sistema funciona con el trabajo y las relaciones que se establecen en sus subsistemas. Por lo cual tiene un efecto dominó tanto para efectos negativos como positivos.
Cualquier incidencia desagradable para alguien en su ámbito social, como lo puede ser el ámbito laboral, afectará directamente su estado emocional, y más tarde o más temprano, su ámbito biológico. Ya sea a través de cambios de humor, insomnio, falta de apetito, ansiedad, y otros trastornos físicos que a la larga son consecuencia de un mal estar a nivel laboral y que termina influyendo en todas las interacciones de ese ser.
El sentirnos vulnerables ante determinadas situaciones por las cuales podamos experimentar, debería ser un motivo para preguntarnos si realmente estamos haciendo lo necesario para fomentar y auto-estimular nuestro cuidado. El cuidado a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestros vínculos.
El autocuidado no solamente incluye una buena alimentación y el ejercicio físico. También comprende el cuidado de nuestra salud mental y emocional. ¿Cuántas enfermedades como la depresión, son subestimadas como resultado de varias situaciones de estrés en el trabajo y terminamos con consecuencias muy graves por no tomarlo con la seriedad que merece, y por no tener responsabilidad por nuestro propio cuidado?
El autocuidado también tiene que ver con la forma en la que pensamos, en la forma en cómo vemos al mundo y a nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Nuestras creencias también son parte de nuestro auto-cuidado; todo ese lenguaje interno que usamos para “hablar con nosotros mismos”. Es por ello que debemos tener cuidado, valga la redundancia, en cómo nos hablamos, y cómo nos tratamos y dejamos que nos traten, para ver cómo de esto, resulta nuestro auto-cuidado.
Para empezar a diagnosticar qué tal estamos en relación a esto, deberíamos empezar por cuestionarnos lo siguiente:
¿Están los ambientes en los que nos movemos, como por ejemplo nuestros ambientes de trabajo, en condiciones de contemplarnos y de consolarnos cuando nosotros no estamos en condiciones que nos permitan auto-cuidarnos? ¿Tenemos real conciencia de la relevancia que el autocuidado implica en nuestro bienestar? ¿Por dónde tendríamos que empezar entonces?…
Conclusiones Finales:
Eduquemos y concienticemos a nuestros pares, colaboradores, familiares, amigos y vínculos que nuestra tarea es ocuparnos de nuestro autocuidado y promover e incitar acciones y conductas saludables para con nosotros mismos y para con quiénes nos rodean. Nunca se sabe por la situación que pueda estar atravesando un otro y si estamos lo suficientemente preparados y tenemos las herramientas necesarias, podremos ayudarle y de esta forma nos estaremos ayudando a nosotros mismos. Trabajar arduamente en la prevención de nuestros cuidados, es parte de ese cambio que necesitamos transitar para lograr mejores efectos y mejores resultados en beneficio de todos los seres humanos.
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