Lo fundamental a la hora de hablar de un líder, es tener en cuenta que para llegar a serlo, tenemos que haber pasado por la etapa de habernos nutrido de otro líder anteriormente.

Poder referirnos a otro y tomarlo como ejemplo, nos habla de que ese líder al que tomo como marco referencial, al cual decido usar como modelo, me ha sabido brindar la confianza suficiente para generarme en el proceso, una autonomía. La transmisión de autonomía, es propio de un líder.

Las competencias principales que se consideran necesarias en un líder, son algunas de las que se mencionan:

a. Valores propios
b. Valores propios alineados con los valores de la institución
c. Transmitir confianza
d. Transmitir seguridad
e. Humildad
f. Ser empático
g. Tener habilidades comunicacionales
h. Saber escuchar
i. Ser comprensivo
j. Ser objetivo
k. Ser capaz de transmitir conocimiento
l. Ser asertivo
m. Involucrarse con su equipo de trabajo y comprometerse
n. Ser responsable
o. Ser competente
p. Estar en permanente crecimiento profesional
q. Saber desarrollar y generar autonomía

Sin dudas que los desafíos más relevantes a los que se puede enfrentar un líder, tendrán que ver con los factores de relacionamiento y de involucramiento con la pertenencia al trabajo o tarea que se desarrolle.

El manejo de situaciones complejas, que requieren de firmeza y objetividad también son tareas de las cuales se encarga un líder así como poder lidiar con las habilidades “blandas” y “duras” de las personas y con los problemas diarios de su equipo de trabajo, de forma asertiva.

No poner en riesgo a su equipo o perjudicarlo ante decisiones que puedan repercutir en ellos sin antes haberles comunicado.

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