La depresión es una enfermedad en la cual una persona se siente en un estado de ánimo desconectado y triste. Se siente desmotivada y sin esperanza. En algunos casos, la depresión puede conducir al suicidio. Existen varios niveles de depresión, pero ninguno de ellos debe ser desestimado.

Suele aparecer en la adolescencia o cerca de los veinte años y puede presentarse mayormente en mujeres por la predisposición que pueden tener como síndromes pre-menstruales, post-parto, pero no significa que sea una enfermedad exclusiva de mujeres, también se da en hombres, presentándose más bien como irritabilidad al igual que en niños.

La depresión es causada por factores tanto fisiológicos como externos. El nivel de neurotransmisores como la dopamina y serotonina en el cerebro pueden influenciar al riesgo de depresión. A su vez, las experiencias de vida, afectan sobre la química del cerebro y algunas personas experimentan depresión una vez que se exponen a traumas o cambios de vida estresantes (separación, divorcios, duelos, inestabilidad laboral y económica, mudanza, enfermedades). Importante tener en cuenta que el aislamiento social, y la violencia doméstica y la presencia de otros factores psicológicos, contribuyen a la depresión.

Los síntomas más frecuentes son:

• Sentimientos de tristeza y llanto frecuente
• Sentimientos de desesperanza
• Cambios en el sueño (tanto el exceso de sueño como el insomnio)
• Ansiedad
• Agresividad
• Dificultad para disfrutar o de sentir placer (anhedonia)
• Dolores difusos como dolor de cabeza, o dolores musculares
• Dificultad para concentrarse
• Cambios en el peso o en la alimentación ya sea comer en exceso como inapetencia
• Pensamientos muy negativos, o bien de suicidio

Sin dudas la depresión es una enfermedad muy compleja que como tal, necesita de un abordaje tanto por medio de un médico psiquiatra y tratamiento psicológico.

Si se cree que se está padeciendo algunos de estos síntomas por más de dos semanas, consulte a un profesional.