Comunicación en el ámbito de la salud

Comunicación en el ámbito de la salud

Introducción:

Síntesis de lo que es la comunicación en los espacios de salud. Concepto de comunicar y de lo que se conjuga en la misma. Temas a considerar por los profesionales de la salud y de colaboradores de la salud, a la hora de transmitir un mensaje considerando la vulnerabilidad de un paciente y su condición como tal.

La comunicación no es meramente lo que “une” a una persona con otra. Comunicar implica una serie de factores que por lo general no son pensados cada vez que queremos hacerle saber al otro una cosa u otra. Simplemente nos remitimos a “hablar”. Pero en la comunicación existen diferentes actores: uno de ellos es el emisor del mensaje; el segundo es el receptor del mensaje, y el tercero es el mensaje.

Cuando hablamos de mensaje, hablamos del contenido de lo que necesito transmitir. Y con ello todos sus componentes; el mensaje propiamente dicho y el cómo lo digo.

Pero existen otros factores que se ponen en juego en esa comunicación. Como lo es la empatía. ¿Qué pasa con las comunicaciones en el ámbito de la salud? ¿Qué sucede cuando uno tiene que transmitir a otro ser humano una mala noticia? En ese momento, hay que tener presente que muchas veces la otra persona no está preparada para escuchar el contenido de ese mensaje que trae malas noticias. Y para ello quién lo transmite debe tener la capacidad suficiente de comprender la importancia de cómo se dice el mensaje o la noticia y del impacto de ello en la otra persona. Debe tener presente que lo que voy a decir puede cambiar la vida de la persona, puede quebrarla emocionalmente y hasta voy a tener que tener presente que su reacción deberá ser contenida.

La comunicación forma parte de las “habilidades blandas” y es de las habilidades que uno puede desarrollar y mejorar si se lo propone. Todos los profesionales de la salud deberían trabajar en este aspecto ya que su trabajo lo requiere.

El trabajar con personas no solo como pares, sino como clientes finales, implica que las problemáticas en cuanto a las cuestiones de salud, no son necesariamente un tema por el cual las personas deseen solicitar servicio. Cuando uno asiste a un centro de salud, por lo general es porque hay algo que me aqueja, y es por ello que ese público es vulnerable y es trabajo del comunicador tener en cuenta que mi forma de dar un mensaje, puede en mayor o menor grado, afectar la esfera emocional de esa persona. ¿Estamos preparados los profesionales de la salud para comunicar malas noticias? ¿Nos hemos puesto a pensar que puedo agravar una situación afectiva de otra persona según mi forma de indicar un mensaje? No solo es cuestión de hablar y ser idóneo en una temática como lo puede ser la medicina o las ciencias de la salud, debo hacer énfasis en que mi conocimiento tiene que ir de la mano de poder mirar al otro y darme cuenta de que puedo herirlo con mi tono de voz, con mi postura corporal, con mi gesticulación.

Hay un sinfín de conductas no verbales que se involucran en la comunicación y que debo estar preparado para poder observar y actuar en tiempo y forma para poder empatizar con el otro y contenerlo a la hora de dar una mala noticia. Para una persona que recibe un mensaje así, pasado el tiempo, recordará el momento en el que le fue dicho y de cómo se sintió. Por lo que es una experiencia traumática.

 

Conclusiones Finales:

Cualquier persona que asista a un centro de salud, tiene la posibilidad de enfrentar situaciones de mucho estrés, angustia. Ser comunicado de una enfermedad mortal, o invalidez, entre otras cosas que afectan la vida de cualquier persona. Los profesionales de la salud, son quiénes comunican generalmente estas situaciones y deben generar empatía con el paciente, o familiar del paciente, y tener presente la importancia de la transmisión de su mensaje y del peso que ello tendrá de ahora en más.

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