Cuando hablamos de agresividad lo hacemos en un sentido amplio; va más allá de la violencia física y  agresión verbal. Nos referimos a la respuesta airada, la crítica dura, la amenaza, la prepotencia y hasta la mirada o el gesto hostil que transmiten enojo sin verbalizarlo.

Tenemos dos tipos de agresión: psicológica y física. La agresión a nivel psicológico, se manifiesta por medio de la burla, la descalificación, y por lo general no se da de forma frontal, ni estamos preparados para recibirla.

La agresión es la respuesta de la emoción llamada «ira». La misma no es respondiente, sino que es operante. Cuando una conducta es operante, decimos que la misma está controlada por sus consecuencias. Por lo que se infiere que el daño, en el caso de la agresión, es intencional.

Si decimos que la ira, precede a la agresión, entonces la ira configura un problema sólo cuando es desmedida, desproporcionada a la situación que la ha generado, o bien cuando constituye una reacción habitual del sujeto porque se dispara ante mínimas frustraciones.

Si presenta problemas de ira, o agresividad, y desea recibir ayuda, por favor comuníquese a consulta@licenciadacassaniti.com o al 091 082 003

Introducción:

Síntesis de lo que es la comunicación en los espacios de salud. Concepto de comunicar y de lo que se conjuga en la misma. Temas a considerar por los profesionales de la salud y de colaboradores de la salud, a la hora de transmitir un mensaje considerando la vulnerabilidad de un paciente y su condición como tal. Leer más

Introducción:

El siguiente artículo hace una breve introducción sobre cómo se concibe al hombre en el siglo XXI y de cómo este concepto desprende diferentes concepciones sobre salud y enfermedad y la importancia del auto cuidado.

La concepción de «hombre» comprende al ser humano como «ser  bio-psico-social”… Esto reconoce al mismo como un ser biológico, psicológico y social. Inserto en un mundo donde ninguno de estos aspectos, se podrán estudiar por separado.

Es por ello que en lo que se relaciona a los cuidados, más necesariamente al autocuidado, se deben considerar estas tres esferas mencionada anteriormente. En el ámbito de la salud, tenemos los conceptos de «salud y enfermedad» (salud como ausencia de enfermedad) y la otra perspectiva más centrada a la existencia de factores personales, ambientales y sociales que interactúan recíprocamente y que resultan benéficos, o no para el cuidado de la salud del individuo.

¿Pero qué tan comprometidos estamos con nuestra propia salud? ¿Tenemos conciencia de cómo nos tratamos? ¿De cómo nos dejamos tratar y de los ambientes a los que nos vemos expuestos?

Lo importante a tener en cuenta es cómo los diferentes factores van interrelacionándose y van afectando o influyendo en todos los aspectos de nuestra vida. Es imposible ver a un ser humano si no se lo ve como un ser biológico, psicológico y social. Entonces, ¿cómo es posible que no nos damos cuenta de que invariablemente siempre que se vea afectada una de las esferas de un individuo, se la verá afectada a nivel del sistema en la que ésta está inmersa? Se entiende que un sistema funciona con el trabajo y las relaciones que se establecen en sus subsistemas. Por lo cual tiene un efecto dominó tanto para efectos negativos como positivos.

Cualquier incidencia desagradable para alguien en su ámbito social, como lo puede ser el ámbito laboral, afectará directamente su estado emocional, y más tarde o más temprano, su ámbito biológico. Ya sea a través de cambios de humor, insomnio, falta de apetito, ansiedad, y otros trastornos físicos que a la larga son consecuencia de un mal estar a nivel laboral y que termina influyendo en todas las interacciones de ese ser.

El sentirnos vulnerables ante determinadas situaciones por las cuales podamos experimentar, debería ser un motivo para preguntarnos si realmente estamos haciendo lo necesario para fomentar y auto-estimular nuestro cuidado. El cuidado a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestros vínculos.

El autocuidado no solamente incluye una buena alimentación y el ejercicio físico. También comprende el cuidado de nuestra salud mental y emocional. ¿Cuántas enfermedades como la depresión, son subestimadas como resultado de varias situaciones de estrés en el trabajo y terminamos con consecuencias muy graves por no tomarlo con la seriedad que merece, y por no tener responsabilidad por nuestro propio cuidado?

El autocuidado también tiene que ver con la forma en la que pensamos, en la forma en cómo vemos al mundo y a nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Nuestras creencias también son parte de nuestro auto-cuidado; todo ese lenguaje interno que usamos para “hablar con nosotros mismos”. Es por ello que debemos tener cuidado, valga la redundancia, en cómo nos hablamos, y cómo nos tratamos y dejamos que nos traten, para ver cómo de esto, resulta nuestro auto-cuidado.

Para empezar a diagnosticar qué tal estamos en relación a esto, deberíamos empezar por cuestionarnos lo siguiente:

¿Están los ambientes en los que nos movemos, como por ejemplo nuestros ambientes de trabajo, en condiciones de contemplarnos y de consolarnos cuando nosotros no estamos en condiciones que nos permitan auto-cuidarnos? ¿Tenemos real conciencia de la relevancia que el autocuidado implica en nuestro bienestar? ¿Por dónde tendríamos que empezar entonces?…
Conclusiones Finales:

Eduquemos y concienticemos a nuestros pares, colaboradores, familiares, amigos y vínculos que nuestra tarea es ocuparnos de nuestro autocuidado y promover e incitar acciones y conductas saludables para con nosotros mismos y para con quiénes nos rodean. Nunca se sabe por la situación que pueda estar atravesando un otro y si estamos lo suficientemente preparados y tenemos las herramientas necesarias, podremos ayudarle y de esta forma nos estaremos ayudando a nosotros mismos. Trabajar arduamente en la prevención de nuestros cuidados, es parte de ese cambio que necesitamos transitar para lograr mejores efectos y mejores resultados en beneficio de todos los seres humanos.

La ansiedad es una respuesta conductual, fisiológica, cognitiva y afectiva. Es una respuesta normal que puede llegar a ser patológica, cuando infiere ciertos síntomas que inhabilitan a una persona y compromenten su funcionamiento. Dicha respuesta se activa previo a sucesos que se perciben como aversivos. Estos sucesos son imprevisibles, incontrolables y por ello implican una amenaza para la persona que lo vivencia.

Cuando hablamos del TAG, hablamos de que el individuo, presenta ansiedad y preocupación excesiva o que los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u
otras áreas importantes del funcionamiento. Entre los síntomas que se pueden experimentar, se encuentran los siguientes:

1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
2. Fácilmente fatigado.
3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).

El tratamiento de los Trastornos de Ansiedad Generalizada, incluye medicamentación y psicoterapia.

El tratamiento psicológico, trabaja con componentes educativos, entrenamiento que permita al individuo reconocer situaciones externas y estímulos internos que son los responsables de su ansiedad.

Si desea saber más sobre este tema, por favor contáctese a través del e-mail contacto@licenciadacassaniti.com o al número 091 – 082 – 003 con el fin de poder ayudarle.

La depresión es una enfermedad en la cual una persona se siente en un estado de ánimo desconectado y triste. Se siente desmotivada y sin esperanza. En algunos casos, la depresión puede conducir al suicidio. Existen varios niveles de depresión, pero ninguno de ellos debe ser desestimado.

Suele aparecer en la adolescencia o cerca de los veinte años y puede presentarse mayormente en mujeres por la predisposición que pueden tener como síndromes pre-menstruales, post-parto, pero no significa que sea una enfermedad exclusiva de mujeres, también se da en hombres, presentándose más bien como irritabilidad al igual que en niños.

La depresión es causada por factores tanto fisiológicos como externos. El nivel de neurotransmisores como la dopamina y serotonina en el cerebro pueden influenciar al riesgo de depresión. A su vez, las experiencias de vida, afectan sobre la química del cerebro y algunas personas experimentan depresión una vez que se exponen a traumas o cambios de vida estresantes (separación, divorcios, duelos, inestabilidad laboral y económica, mudanza, enfermedades). Importante tener en cuenta que el aislamiento social, y la violencia doméstica y la presencia de otros factores psicológicos, contribuyen a la depresión.

Los síntomas más frecuentes son:

• Sentimientos de tristeza y llanto frecuente
• Sentimientos de desesperanza
• Cambios en el sueño (tanto el exceso de sueño como el insomnio)
• Ansiedad
• Agresividad
• Dificultad para disfrutar o de sentir placer (anhedonia)
• Dolores difusos como dolor de cabeza, o dolores musculares
• Dificultad para concentrarse
• Cambios en el peso o en la alimentación ya sea comer en exceso como inapetencia
• Pensamientos muy negativos, o bien de suicidio

Sin dudas la depresión es una enfermedad muy compleja que como tal, necesita de un abordaje tanto por medio de un médico psiquiatra y tratamiento psicológico.

Si se cree que se está padeciendo algunos de estos síntomas por más de dos semanas, consulte a un profesional.

¿Cuáles son las principales características de este trastorno?

Hoy el TOC está integrado dentro de un grupo de trastornos de los cuales se encuentran el Trastorno por Acumulación, Trastorno Dismórfico Corporal, entre otros.

Los síntomas primarios del TOC son justamente las obsesiones, las compulsiones y la duda.

Las obsesiones son pensamientos, imágenes que irrumpen en la mente del sujeto y por lo general su contenido es desagradable. Lo que hace que el sujeto, tenga que llevar a cabo ciertos rituales o conductas, llamadas compulsiones para evitar que algo “malo” suceda.

Por ejemplo; una persona que tiene que «verificar que la llave del gas esté cerrada, unas 5 veces – ya que con una no alcanza – para evitar que suceda una catástrofe, y así disminuir transitoriamente su ansiedad»

Quién padece de TOC, convive con la duda permanente: no es una duda racional, sino que es patológica. Como consecuente de ello, el sujeto no puede tomar decisiones por sí mismo o bien termina dependiendo de la aprobación de otro ya que él no puede proceder.

Del TOC se desprenden una serie de síntomas entre los cuales podemos destacar: ansiedad, depresión, conducta agresiva tanto física como verbal y mental, pueden desarrollarse fobias, disfunciones sexuales, lenguaje circular y redundante, cambios en la percepción, problemas en relaciones familiares.

Por lo general se obtienen muy buenos resultados con terapia combinada; es decir, terapia psicológica de enfoque Cognitivo-Conductual y tratamiento con medicación.

¿Cuáles son a grandes razgos las diferencias de las personas seguras e inseguras?

Aspectos de la persona Segura:

Aspectos de la persona Insegura:

Cuando hablamos de asertividad, hablamos de un comportamiento autoafirmativo. Es autoafirmativo de lo que soy, de lo que quiero, de mis proyectos, de mis decisiones.

Implica potenciar y desarrollar habilidades de relacionamiento e interpersonales.

Ser asertivo implica poder plantear y defender con una postura calma y con firmeza mis puntos de vista. Es asertivo quién defiende sus derechos sin necesidad de atacar los derechos de los demás.

Toda persona que es capaz de pedir favores, y de decir que no ante planteos que considera que no son razonables, también es una persona asertiva.

Es aquella persona que expresa honesta y directamente sus sentimientos, ya sean éstos negativos o positivos, sin hacer juicios de valor y quién actúa según su propio criterio de lo que es más conveniente para sí misma.

Ser asertivo implica encontrarse entre cierta distancia de ser tímido o agresivo. El ser asertivo es capaz de darse cuenta de cuándo está siendo manipulado y a veces ello implica perder algunos vínculos cuando éstos quieren que hagamos lo que ellos desean, en contra de nuestra voluntad.

¿Qué son las Ideas Irracionales?

Las ideas irracionales son alteraciones psicológicas, que derivan de la creencia irracional caracterizada por perseguir una meta personal de modo exigente, absolutista e inflexible.

Según Albert Ellis, las emociones, el pensamiento y la conducta, están influidas entre sí. Él propone la modificación de los pensamientos, para que luego se provoque el cambio a nivel emocional y conductual.

Estas son las 11 Ideas Irracionales:

1. Es una necesidad extrema para el ser humano adulto, el ser amado y aprobado por cada persona significativa de su entorno.
2. Para considerarme a mí mismo como una persona válida, debo ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa que me proponga.
3. Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y deben sr culpabilizados y castigados.
4. Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no sean como quiero que sean.
5. La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad o ninguna de controlar sus penas.
6. Si algo es o puede ser peligroso o temible, me deberé sentir tremendamente inquieto por ello, deberé pensar constantemente en que esto ocurra.
7. Es más fácil evitar, que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades de la vida.
8. Se debe depender de los demás y siempre se debe contar con alguien más fuerte en quién apoyarse.
9. La historia pasada de uno es determinante y decisiva en mi conducta actual, algo que ya pasó y me conmocionó debe seguir conmocionándome en la actualidad.
10. La mayor felicidad humana es alcanzable mediante la inercia y la inacción.
11. Existe una solución perfecta para cada problema y su no la hallamos sería catastrófico.

En terapia se apuesta a encontrar emociones más apropiadas y que contemplen la realidad que permitan al individuo alcanzar sus propósitos de forma más adaptativa.