Cuando hablamos de agresividad lo hacemos en un sentido amplio; va más allá de la violencia física y  agresión verbal. Nos referimos a la respuesta airada, la crítica dura, la amenaza, la prepotencia y hasta la mirada o el gesto hostil que transmiten enojo sin verbalizarlo.

Tenemos dos tipos de agresión: psicológica y física. La agresión a nivel psicológico, se manifiesta por medio de la burla, la descalificación, y por lo general no se da de forma frontal, ni estamos preparados para recibirla.

La agresión es la respuesta de la emoción llamada «ira». La misma no es respondiente, sino que es operante. Cuando una conducta es operante, decimos que la misma está controlada por sus consecuencias. Por lo que se infiere que el daño, en el caso de la agresión, es intencional.

Si decimos que la ira, precede a la agresión, entonces la ira configura un problema sólo cuando es desmedida, desproporcionada a la situación que la ha generado, o bien cuando constituye una reacción habitual del sujeto porque se dispara ante mínimas frustraciones.

Si presenta problemas de ira, o agresividad, y desea recibir ayuda, por favor comuníquese a consulta@licenciadacassaniti.com o al 091 082 003